El incendio de Woolsey que devastó el sur de California este mes está mayormente contenido, pero eso no significa que la crisis haya terminado.
Y para ayudar al personal de emergencia a raíz del incendio, la NASA ha enviado un sistema de radar basado en un avión a la región para ayudar a mapear los daños y vigilar las amenazas en curso, particularmente los deslizamientos de tierra, que pueden ser devastadores a raíz de una quemadura. Un nuevo video publicado por la NASA muestra cómo funciona el proceso.
El instrumento, llamado Radar de Apertura Sintética de Vehículo Aéreo deshabitado, estudia la superficie de la Tierra haciendo rebotar haces de luz de esa superficie y calculando cuánto tardan en volver los fotones. Y la NASA está acostumbrada a volar el instrumento sobre el sur de California para buscar daños por terremotos, por lo que el equipo tiene datos de vuelos anteriores, que ocurrieron antes del incendio, y tiene rutas de vuelo bien establecidas para que el instrumento viaje. [Fotos satelitales de los incendios forestales de California 2018]
Entonces, mientras el fuego ardía, el personal de la NASA se dio cuenta del potencial del programa de radar para mapear el daño del incendio. Reorganizaron el cronograma del instrumento y lo tuvieron listo para un vuelo sobre el sur de California el 15 de noviembre, reuniendo datos de más de 150 millas cuadradas (240 kilómetros cuadrados).
Ahora, el personal de emergencia puede usar esos datos para identificar áreas particularmente afectadas por el incendio. Una de las amenazas más preocupantes después de un incendio proviene de los deslizamientos de tierra, porque un incendio quema la vegetación que ancla el suelo en su lugar. Debido a que las lluvias de invierno comenzarán pronto, los respondedores están apuntando a pendientes más pronunciadas donde los datos del radar muestran signos de que la vegetación se ha quemado.
Y aunque los incendios en sí son una visión aterradora, los deslizamientos de tierra pueden ser más mortales. Los deslizamientos de tierra después del incendio de Thomas del año pasado, ubicado un poco al oeste del incendio de Woolsey, mataron a más personas que la quemadura inicial.